viernes, 5 de septiembre de 2014

El que despierta su conciencia, despierta a su genio interior.

Infeliz el que vive sin soñar. Infeliz el que se despierta cada mañana como si sus vivencias no le perteneciesen. Infeliz el que no cree poder cambiar su vida y sus experiencias. Infeliz el que vive al día, como si su destino ya estuviese escrito y destripado de ante mano, viviendo una vida que en realidad no es suya. Infeliz el que no lee, el que no lucha, el que se esconde por miedo a que le hagan daño, el que evita el amor por miedo al fracaso... infeliz el que se rinde antes de tiempo, el que no evoluciona en base a lo que vive. Infeliz el que crece olvidando su pasado, el que abandona al niño que hay en él, sin querer entender sus raíces y sus miedos. Infeliz el que no lucha por su crecimiento personal y su autoconocimiento, pues no hay mayor carga que castigarse toda la vida por un pasado que uno no entiende.